En este conjunto de molinos, recogidos en diferentes sitios de la ciudad, se pueden diferenciar por su funcionamiento dos tipos: uno más simple (de vaiven o barquiforme), constituido por una piedra fija, en forma de quilla de barco, y otra superior más pequeña, con la que se ejercía un movimiento de “vaiven” para moler el grano; el segundo tipo es circular, constituido por dos piedras acopladas (engranadas por un eje central de hierro o madera), fija la inferior y móvil la superior, que con su movimiento de rotación molía el grano o las bellotas, introducidas por el hueco central, saliendo la harina por el intersticio que deja la unión de las dos piedras.