Numancia ocupa el extenso y elevado cerro de “La Muela”, desde el que se domina estratégicamente una amplia llanura, limitada por las altas elevaciones del Sistema Ibérico (Picos de Urbión, Cebollera y Moncayo). El cerro numantino (500m de norte a sur y 260m de este a oeste) se eleva en varios escalonamientos, presentando fuerte pendiente en los lados sudoeste y sudeste, y más suave en las demás vertientes. Tanto el río Duero por occidente, como el río Merdancho por sudeste, abrazan a Numancia, proporcionándole sus fosos naturales aislamiento y protección. Además, Numancia refuerza su posición estratégica, por el control que ejerce sobre el vado del río Duero (ahora salvado por un puente de piedra de 16 arcos, construido en el siglo XVI), que facilita el acceso a la Meseta. En este punto confluyen los caminos que, atravesando las alineaciones del Sistema Ibérico, comunican el valle del Ebro con el Alto Duero. Por aquí cruzaba también, en época imperial romana, la vía XXVII del Itienerario de Antonino, que unía Caesaraugusta (Zaragoza) con Astúrica Augusta (Astorga), siguiendo el valle del Duero y fue testigo, desde la Edad Media, del paso de pastores y rebaños, que desde la serranía norte realizaban su anual trashumancia hacia los pastos invernales del sur.