Los escritores de la antigüedad han transmitido un doble ritual de enterramiento entre los Celtíberos; según Eliano, refiriéndose a los vacceos,
"…dan sepultura en el fuego a los que mueren de enfermedad..., mas a los que pierden la vida en la guerra... los arrojan a los buitres, que estiman como animales sagrados" y según Silio Italico (3,340-343) "Los celtíberos consideran un honor morir en el combate y un crimen quemar el cadáver del guerrero así muerto; pues creen que su alma remonta a los dioses del cielo, al devorar el cuerpo yacente el buitre"
Por último, aparece documentado, únicamente en el interior de los asentamientos, un tercer tipo de ritual funerario que afectaba a la población infantil. Consistía en la inhumación de los más pequeños, fallecidos prematuramente, bajo el suelo de las viviendas. Este acto parece encontrar su motivación en el hecho de que los niños no eran considerados parte integrante de la comunidad a partir de su mayoría de edad, hasta entonces pertenecían sólo al ámbito familiar.